Teotihuacan “lugar de los dioses” es el nombre que los Mexicas le dieron a las ruinas que encontraron de una civilización anterior a la suya. Se trata de una de las mayores metrópolis sociales, económicas y religiosas de Mesoamérica durante los siglos III al VII d.C. 

Iniciaremos la experiencia, degustando durante el traslado una de las bebidas de cacao más apreciadas en la época prehispánica, elaborada con cacao y maíz a la que llamaban “buk’a” o “pochotl”, el cual era muy apreciado por ser un nutriente de resistencia para los viajeros indígenas. 

Al llegar al destino, uno de los guías más reconocidos en la zona, será nuestro anfitrión para recorrer las distintas edificaciones de la zona y su periferia, en donde existen algunos espacios poco visitados, que son un derroche de misticismo y belleza.  

Para terminar la visita, y como solo Luxus Life pude hacer, ingresaremos a un espacio poco perturbado por la urbanización moderna: un jardín de cactáceas en cuyo mirador, además de apreciarse las Pirámides del Sol y la Luna y el templo de Quetzalcóatl, nos recibirá una ceremonia guiada por representantes de la cultura Mexica, en un ritual de conexión con la tierra y sus elementos, teniendo como escenario, un tapete de aserrín de colores de 28 metros de diámetro que se puede personalizar

En este contexto, inédito y de contrastes culturales subyacentes dignos de ser fotografiados, se ofrecerán canapés inspirados en la gastronomía local, con ingredientes que, si bien fueron la base de la alimentación prehispánica, hoy se ofrecen en los restaurantes más lujosos del país, como xoconostle, hoja de plátano, conejo, charales, escamoles y chapulines. Y, siguiendo la pauta de los sincretismos explorados durante la experiencia, acompañaremos esta muestra gastronómica con vinos mexicanos, cervezas y pulque.